Félix y Zelda consiguen escapar de aquel tren, el tren que
los llevaba hacia la muerte.
Genia, una mujer del pueblo los acoge en su casa, les tiñe
el pelo y les hace pasar por sus sobrinos. El pueblo está tomado por los nazis,
han matado a todos los niños del orfanato para quedarse con el edificio.
Félix y Zelda tienen que luchar para sobrevivir, para
conseguir esconder su secreto, pero uno de ellos no lo consigue.
Una segunda parte muy emotiva e intensa, desgarradora y
dramática.
La historia de dos niños que consiguen crear una nueva
familia, después de perder las suyas por culpa de los nazis, después de luchar
tanto y soportar la visión de un país que no es el que era antes, todo ha cambiado
mucho.
OPIONIÓN PERSONAL
Félix: Un niño que tiene que jugar a ser adulto para cuidar
de sí mismo y de Zelda, para ayudar a Gina. A pesar de echar de menos a sus
padres, de sufrir por saber que posiblemente estén muertos, a pesar de eso saca
fuerzas para seguir.
Gina: Es de las personas que sentían antipatía por los judíos
pero que odiaban a los nazis y sus despreciables acciones y socorrían a las
familias judias para estar en contra de ellos, aunque sabían que se jugaban la
vida en ello.
Los alemanes los ahorcaban en la plaza como amenaza y
recuerdo para los que estuvieran escondiendo a alguna familia judia.
Una historia que debe de ser leída, no por esos personajes
ya que es una historia irreal, sino por la historia que se esconde detrás, por
las personas que si pasaron por todo eso, por las personas que si vivieron esos
días, por la historia real de esas personas.
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