martes, 12 de octubre de 2021

Tango para una asesina. Javier Vázquez Ezcurdia



«Ingrato, desdichado, taimado y malcriado, desecho de la vida, por qué te quise yo. Traidor, ruin, malvado, sátiro incontrolado, de mi vos te has burlado, pero esto se acabó».

«Vos fuiste la razón de mi locura, no digás insolente que no te lo advertí. Que si vos de mí te olvidas, que si me matás la vida, yo tu vida arrancaré».

«Asesina… Asesina… Hoy descansaré tranquila, acabando con tu vida, terminando tus mentiras… Asesina… Tu asesina: esa soy yo».

Entre tangos, zarzuelas, jotas y cuplés, viajamos a la Barcelona de principios del siglo XX. Allí, una joven y hermosa aragonesa llamada Mercedes Ibor está triunfando como cupletista. Uno de los números más aplaudidos entre el público era «Tango para una asesina», en él actuaba Merceditas, junto a sus compañeras de profesión. El destino, que curioso y macabro es en ocasiones, pues es durante ese número donde uno de los espectadores del Petit Moulin perdió la vida.

Ante tal revuelo, Mercedes decide poner tierra de por medio y volver a su Zaragoza natal, no sin antes desvelar el misterio de aquel extraño e inoportuno asesinato. A su vuelta, la recibe una Zaragoza distinta, una ciudad en plena ebullición. A media distancia entre el mundo rural que ella dejó al marchar y la gran transformación que poco a poco iba inundando todo de ruido, color e ilusiones.

En la pensión La Paloma la espera su tía para darle consuelo y refugio tras los hechos acontecidos. Su tía Teresa, una mujer alegre, cantarina y campechana, regenta esta casa de huéspedes desde hace muchos años. Entre sus paredes se aloja todo tipo de personas, Mercedes convivirá con ellas día a día, a la vez que va recorriendo las calles que la vieron crecer. Observando embelesada esa gran transformación, esa mezcla de decorado, entre los cafés y las calles bulliciosas con la imagen de los palacetes modernistas.

Lo que ella desconoce es que esta tranquilidad no va a durar demasiado, nuevamente, de forma accidental se encontrará ante otro misterio, esta vez mucho más peligroso que involucra a personas de clase alta. Un secreto inconfesable que Merceditas intentará desvelar, poniéndose en grave peligro.

Javier Vázquez Ezcurdia me sorprende con esta gran historia de misterio al más puro estilo Agatha Christie y sus famosas novelas de detectives, el autor le añade unas buenas pinceladas de humor, ¿el resultado? No puede ser otro que unas agradables horas de lectura, un gran sabor de boca.

Yo diría que esta novela es una novela DE PERSONAJES, así en mayúsculas, por su gran caracterización, realismo y trasfondo. Con esto no quito importancia a la trama, ni mucho menos, ya que esta, narrada en tercera persona, tiene un buen desarrollo y ritmo. Es de ágil lectura, gracias a la abundancia de diálogos, capítulos cortos y amenos. Los hechos están bien hilados y desarrollados, estos guían al lector hacía un final inesperado, con giro incluido. No, no es eso, es más bien que los personajes, su fuerza y presencia, consiguen hacer sombra a todo a su alrededor. ¡Tienen alma propia!

Con su prosa, Javier deja bastante claro su dominio total del vocabulario, haciendo aún más real el viaje a comienzos del siglo XX, sus descripciones, precisas y directas, ayudan a completar el marco histórico y a facilitar al lector su imaginación. Tango para una asesina es una novela muy visual y muy escénica, el estilo del autor se aprecia claramente entre su páginas y es por eso que parece que estamos viendo una obra de teatro, gracias a su experiencia como dramaturgo.

Tengo que admitir que tras su lectura me he quedado con ganas de conocer más a fondo al autor y sus obras ya publicadas, por eso mismo, muy pronto, lo tendremos de invitado en mi cuenta de Instagram. ¿Os apuntáis?

¿Queréis leerlo? ¡Aquí tenéis los enlaces de algunos puntos de venta!







No hay comentarios:

Publicar un comentario