miércoles, 28 de septiembre de 2022

Todo el dolor de Dylan Ross. Augusto F. Silva



¡Vuelvo! Después de un largo parón, ¡vuelvo!

A veces es necesario tomarse un respiro para volver con más fuerza y eso es, precisamente, lo que he hecho. ¡Lo necesitaba!

Antes de comenzar con la recomendación que hoy me trae aquí, quiero y debo dar las gracias a los autores que han esperado hasta ahora las reseñas de sus libros. Gracias por vuestra comprensión y paciencia infinita.

Uno de los autores a los que me refiero es Augusto F. Silva, escritor del libro «Todo el dolor de Dylan Ross», su primera obra publicada, un thiller policiaco con una pincelada sobrenatural que me ha tenido en vilo de principio a fin. Eso si, ¡no os asustéis por su extensión! La verdad, no os voy a engañar, yo lo hice cuando tuve las 621 páginas en mis manos. Pero comencé a leer y a sumergirme en la vida de Dylan Ross y el tiempo dejó de tener importancia. Cuanto me alegra que mi amigo David Lee Libros fuera el mediador entre el autor y yo.

Nota aclaratoria

La novela transcurre en lugares reales: la ciudad de Flagstaff, al norte del estado de Arizona; Phoenix, la capital del estado; la estación de servicio de Cameron, Monument Valley y otros lugres nombrados. Teniendo en cuenta estos lugares reales, me he tomado ciertas libertades para encajar la historia.


Para conocer la historia de Dylan, el lector viajará a Monument Valley el 23 de octubre de 2007; pues ese es el lugar y la fecha donde comienza todo, donde el acontecimiento macabro que tiene lugar será el inicio de todos los que le sucederán después. Para ser más exactos, deberá viajar aún más si quiere comprender y descubrir el nacimiento de las semillas del mal, el nacimiento de la oscuridad que rodea esta novela, justo a abril de 1987.

En medio de una solitaria carretera, en pleno desierto de Monument Valley, un hombre empapado en sangre seca camina sin ningún destino. Solo busca la paz: paz consigo mismo, paz con todo lo acontecido. A lo lejos y resuenan las sirenas de los policías. El hombre se para y espera su llegada. Tras quedar rodeado por las patrullas, consigue la certeza y determinación para realizar el último acto de su vida, su obra maestra, su legado. Para los policías será el comienzo del fin de sus días. 



Con la técnica del flashback, narrado en tercera persona, intercala los capítulos en el presente y el pasado, así, el autor consigue crear misterio y ansiedad en el lector; dándole la información gota a gota, hilando la trama, creando desde cero una vida, una historia, la de Dylan. De él poco os puedo contar para no caer en el spoiler. Pero sí conoceremos su niñez y adolescencia para comprender los actos de su vida adulta que dan inicio a la trama. Separándola en dos, por decirlo de alguna manera, el pasado y el presente. Dylan es el núcleo de ambas aunque existan personajes que compitan con él en protagonismo. Debemos tener paciencia, no dar por sentado nada, ir página a página, sufriendo, desconfiando, de todos y de todo. Sé que no os he mencionado nada sobre la investigación policial y es importante cuando se trata de un thriller policiaco, ¿verdad? Pero es que creo que no es necesario, en mi opinión, la investigación es la fuente de información, el peso de la trama del presente, pero al final todo gira en torno a la vida de Dylan. Porque es él el protagonista, la trama y el alma de este libro, el resto es un complemento, muy importante, eso sí. Al hilo de esto, tengo que felicitar a Augusto por la caracterización de los personajes que ha creado: realistas, con alma, con transfondo. Entre ellos la oscuridad se mezcla con la inocencia, la maldad y el miedo. Un dibujo oscuro, pero bello a la vez por su calidad.

Cuando menciono anteriormente que no os asustéis por su extensión lo decía en serio, el ritmo de la novela es tan ameno, que no resulta pesada su lectura. Además de no caer en florituras o paja que no lleva a ningún lado. Cada descripción o diálogo permite al lector conectar mejor con los personajes, con la trama. Poco a poco el ritmo va aumentando en sintonía con el avance de las páginas, llegando a ser frenético en el desenlace. Puede que ahora, viéndolo desde la lejanía, el final no fuera tan sorprenderte o incluso, si lo pienso, puede resultar predecible. Pero, ¡no! Durante la lectura del desenlace no hay tiempo para pensar, solo el justo de encajar la información como si fueran puñetazos de realidad. Sí, definitivamente, el desenlace de la trama y el saber hacer del autor, fue lo que me dejó este buen sabor de boca.

¡No se me puede olvidar hablaros de la estructura!

Augusto divide sus páginas en 3 partes, y dos epílogos ponen el broche final a la historia. Dejando un ambiente menos oscuro, más gris... A lo lejos podemos ver que el cielo asoma despejado.

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