Buenas tardes, familia lectora:
Como ya habréis visto, he añadido un nuevo contenido a la cuenta: Leo autoras. Llevo unos años con el objetivo de leer de forma más asidua a mujeres escritoras, pero sobre todo quiero descubrir a esas grandes mujeres que han quedado en el olvido. Por ese motivo abrí este espacio llamado Mujer tenía que ser y lo hice con una grande, Willa Cather y su obra Mi Ántonia. Antes de comenzar con la reseña me gustaría presentaros a la escritora.
Willa Cather fue una escritora estadounidense de novelas y de relatos. En 1923 ganó el Premio Pulitzer por Uno de los nuestros (1922), una novela ambientada en la Primera Guerra Mundial. Su obra maestra es Mi Ántonia (1918).
¿Qué se dice de ella?
«Fue una de la voces más poderosas de su época en la reivindicación de la igualdad de género».
«Siempre estuvo a favor de romper los esquemas sociales en los que se negaba a encajar».
«En sus relatos el arte es esa libertad a la que aludía uno de sus personajes».
¿Cómo no iba a tener unas ganas inmensas de descubrir su prosa?
La novela narra y describe la vida de los pioneros de Nebraska, Estados Unidos; su historia y la relación con el entorno en el antiguo Oeste, profundizando en el papel de las mujeres. De esta forma, la autora homenajea a los emigrantes que viajaron a este estado en busca de un futuro mejor, como lo hizo su familia cuando ella tan solo tenía 9 años.
«Todos habían llegado a Nebraska con un capital escaso y una ignorancia absoluta sobre la tierra que debían cultivar. Todos habían pedido dinero prestado poniendo la tierra como garantía».
«Chicas del campo, atractivas y vigorosas, que habían venido a la ciudad para ganarse la vida y, en casi todos los casos, para ayudar a un padre endeudado o para hacer posible que los hermanos pequeños de la familia fueran a la escuela. Aquellas chicas se habían hecho adultas durante los primeros años de la emigración, los más duros, y carecían de educación».
Mi Ántonia está narrado en primera persona, con una prosa elegante y sencilla, el lector cabalgará a un ritmo lento mientras recorre sus 288 páginas, divididas en 5 partes. Cada una de estas están enfocadas a determinados personajes, marcando sus diferentes etapas. Sus diálogos son escasos, la narración y las descripciones ganan importancia en esta novela. La autora plasma el paisaje y el entorno con gran acierto, aportando una pincelada de poesía a cada una de las exposiciones. Creando así un ambiente embaucador, aportando vida al paisaje, otorgándole la importancia de un personaje más. Está vivo y latente.
«El calor y el polvo, el ardiente viento, nos recordaron muchas cosas. Charlábamos sobre lo que significa pasar la infancia en poblaciones como ésas, enterradas entre trigo y maíz, padeciendo los estimulantes extremos del clima».
Jim Burden, el personaje narrador comienza esta historia de la siguiente manera:
«De vez en cuando me dedico a escribir todo lo que recuerdo sobre Ántonia».
De esta forma, viajando a los recuerdos de Jim, conoceremos su historia y la de Antonia. Jim Burden era un niño de diez años que había perdido a sus padres. Sus parientes de Virginia le enviaron a casa de sus abuelos, en Nebraska. Viajaba al cuidado de un chico de la frontera, Jake Marpole, uno de los «peones» de la vieja granja de su padre. Al instalarse en su nuevo hogar, sus abuelos le presentaron a sus nuevos vecinos, una familia bohemia recién llegada a Nebraska. Desde el primer momento se fraguó una gran amistad entre él y Ántonia, una de las hijas del matrimonio. Jim nos narra los vaivenes de esa amistad con el paso de los años, veremos así crecer a ambos personajes con diferentes posibilidades y posiciones ante la vida.
Ántonia, la gran protagonista de esta novela, es un personaje memorable, un buen reflejo de la vida de la mujer en el s. XIX. Fuerte, dulce y de gran carácter. Mujeres como ella, tuvieron que ayudar, desde muy niñas a sacar las tierras y el ganado adelante, criando a sus hermanos, perdiendo su niñez y adolescencia. Familias enteras que dejaron atrás su país para buscar una nueva y mejor vida. Llegaron a un lugar desconocido, se enfrentaron a una nueva lengua, a las carencias y a las dificultades. Una historia de superación, un homenaje a los emigrantes. ¡Una gran obra literaria!
Brindo por ti, Willa Cather, que luchaste por la libertad a través de tu voz y tus obras. Brindo por tu rebeldía frente a una sociedad retrógrada e injusta con los más débiles. Brindo por el legado que dejaste, mujer.
By El pequeño rinconcito de Bey
¡Hola! Me alegra ver que ha sido una historia de la que has disfrutado. Personalmente no es una lectura que me llame especialmente la atención, por lo que en esta ocasión prefiero dejarlo pasar.
ResponderEliminar¡Nos leemos!
Hola,
ResponderEliminarCreo que es una obra (y una autora) interesante. De momento no planeo leerlo, pero sí en el futuro. Gracias por descubrírmela.
Un beso.
Todavía no puedo creer que no sé por dónde empezar, me llamo Juan, tengo 36 años, me diagnosticaron herpes genital, perdí toda esperanza en la vida, pero como cualquier otro seguí buscando un cura incluso en Internet y ahí es donde conocí al Dr. Ogala. No podía creerlo al principio, pero también mi conmoción después de la administración de sus medicamentos a base de hierbas. Estoy tan feliz de decir que ahora estoy curado. Necesito compartir este milagro. experiencia, así que les digo a todos los demás con enfermedades de herpes genital, por favor, para una vida mejor y un mejor medio ambiente, por favor comuníquese con el Dr. ogala por correo electrónico: ogalasolutiontemple@gmail.com también puede llamar o WhatsApp +2348052394128
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