So long Marianne . Pedro B. Breis

Imaginaos que viajamos a la España de 2068, imaginaos por un momento que os encontráis con un país completamente distinto, hemos pasado por una tercera guerra mundial, la Unión Europea la sustituyen ahora dos imperios: el occidental y el imperio islamista. La gran crisis unida a los constantes ataques terroristas producidos por un grupo extremista del islam, la superpoblación y la escasez de alimentos han hecho mella en el país, deportaciones masivas de musulmanes y una guerra continua entre los dos imperios. La super población y la escasez de alimentos provoca que en España instauren la edad máxima en 70 años, día en el que mueren “de manera voluntaria” por su país, en un acto en el que se le homenajea por su valor, por dar su vida por el bien de la sociedad.

En ese momento conocemos a Pablo, nuestro protagonista asiste al acto de despedida de su amigo de la infancia, y a unos meses de su propia muerte recorremos con él el pasado y el presente. Descubriremos como hemos llegado a esta situación. Pasaremos de largo por su adolescencia en la España de 2016, junto a su padre. Caminaremos a su lado durante esos años de una forma fluida, amena y me atrevería a decir que casi hipnótica. No caminaremos solos ya que Pedro B. Breis nos ha regalado una banda sonora, una elección perfecta de canciones para esta historia. Viviremos junto a Pablo una historia de amor, breve, porque Marianne desapareció sin motivo alguno, a unos días de escapar juntos, a unos días de ser felices para siempre. 

Pablo nunca imaginaría que a sus 69 años, a tan solo unos meses de su muerte alguien pudiese ponerle la vida patas arriba. Ricardo, un desconocido para él, tiene un secreto que contarle, un secreto sobre el pasado de su padre y que está unido a la desaparición de Marianne. Una cuenta atrás, una carrera contra reloj nos envuelve por completo, el misterio, los secretos y la música hace que vivamos al límite entre estas páginas.

330 páginas que he leído en un suspiro, 25 capítulos dispuestos de una prosa concisa, directa y fluida. Unos personajes perfectamente caracterizados, llevados al límite en este marco tan hostil. Que fuera la visión del futuro de España, del mundo, fue el punto fuerte que avivó mi interés, aunque sea una distopía siento que no estamos tan lejos hoy en día de ese futuro que nos muestra Pedro. ¿Por qué pienso esto? Pues os explico:

¿Os suena la manipulación en los medios de comunicación? Una manipulación con un fin, moldear a la sociedad a su antojo en pro de su beneficio. ¿Os suena la lucha constante entre países? Religión, política, crisis, estos son algunos de los motivos por los que hoy en día se sigue matando. Es exactamente lo que el autor ha mostrado en su libro, el desenlace de una cadena de errores.

Una vez que ya os he puesto en la trama, imaginaos el modo de vida de nuestros personajes, miedos, inseguridades. Pablo, nuestro protagonista está a tan solo unos meses de morir en su 70 cumpleaños. Lo que no sabe es que le espera una ardua búsqueda. Después de 26 años alguien llega para decirle que puede que Marianne siga viva. Misterio, emoción, angustia, un amor, un amor más grande que cualquier obstáculo, amistades infinitas. Estos son los componentes que han hecho que devore estas 330 páginas en 3 días. Me ha emocionado, me ha llevado por un camino empedrado a una velocidad vertiginosa, me ha echo involucrarme en la historia como un personaje más.

Solo un detalle más me falta por contaros, Pedro B Breis elige un repertorio de canciones para dar una banda sonora a esta historia, y yo quería ponéroslo fácil.

En Spotyfy existe una playlist con el nombre de So Long Marianne, en ella encontraremos todas las canciones, para que podamos vivir de forma más intensa esta aventura. Playlist So long Marianne

Aventura que os recomiendo, aventura que debería de ser obligatoria para todo aquel que disfruta de la lectura.

“Los finales solo son principios de otra historia. El hombre vive de eso, la vida es una sucesión de esperas en las que ansiamos objetivos que se cumplen o no pero siempre van seguidos de otros objetivos. La felicidad no es un estado perenne, no hay un vivieron felices y comieron perdices.”