martes, 18 de agosto de 2020

La cordura del idiota. Marto Pariente




Marto Pariente nos traslada a Ascuas, un pueblo ficticio de Guadalajara, allí comienza esta gran obra del género country noir. Con ella demuestra que este género no solo es cosa de americanos, y que Marto sobresale dentro de él en nuestro país.


«Ascuas crecía entre cerros pelados y secarrales, camino de los pantanos. Apenas una rasgadura. Se conformaba con una docena de calles torcidas que salían de la plaza del pueblo como las venillas rotas de los alcohólicos. La llaga, el derrame, estaba ceñido por un puñado de carreteras secundarias que lo constreñían como varices en la pierna de una anciana ».

El suicidio de uno de los habitantes rompe el hielo en las primeras páginas. El Triste aparece colgado de un árbol.

«El Triste era el loco oficial del pueblo, hay uno en cada localidad, a veces más. Descarnado, la piel cuarteada por el sol y el eterno medio cigarrillo apagado y pendiendo de los labios».

Ese mismo día, Toni había desayunado con él. Nada hacía presagiar ese acontecimiento. Él es el único policía del pueblo, protege sus calles sin arma, puesto que nunca le ha hecho falta, incluso su fobia a la sangre apenas le da problemas. En Ascuas nunca, nunca, pasa nada. Hasta que pasa.

«Yo soy un policía de pueblo grandote y con cara de perro pachón».

Vega ayuda con la grúa de su trabajo al juez de paz y a los guardias a bajar al hombre del árbol. Ella es su hermana, una mujer atormentada por el pasado que busca borrar sus recuerdos en el alcohol. 

Mientras tanto, no muy lejos de allí, alguien celebra esta muerte. 

En otro lugar, aún más cercano, unos mafiosos preparan un gran golpe. Mientras que unos policías intentan darles caza. 

Este solo es el comienzo de algo muy grande, una novela negra rural que impacta. Con una prosa muy directa, incluso granuja en algunos momentos, Marto nos presenta a unos personajes cercanos y reales. Siendo capaz el lector de visualizarlos a la perfección, gracias a su gran caracterización. El humor y la ironía hacen de ellos la distinción en comparación a otras novelas del género, aunque no pierde los valores principales del mismo, enfrentándose a los bajos fondos de la sociedad: corrupción, intereses, drogas y mentes frágiles sumidas en la oscuridad. La violencia estará muy presente en la trama, pero a una intensidad más pausada, complementándose así a la tranquilidad y al compás del día a día de un pueblo de la España vaciada.

El autor hace uso de tres tipos de narradores durante la novela, alternando su protagonismo a lo largo de sus 288 páginas. En primera persona, para los capítulos de Toni, en segunda persona para los dedicados a Vega y en tercera para el resto de personajes. Estos secundarios, pero con mucha fuerza e importancia en la trama.

El ritmo de la novela es ágil desde el comienzo, el lector irá descubriendo, poco a poco, los entresijos de Ascuas. El autor le mantendrá en vilo hasta el final, haciéndole dudar hasta de su propia sombra.

Marto consigue sorprender. Ha creado de la nada un escenario turbulento, angustioso y real para el disfrute de los amantes del género noir. Por lo que no es de extrañar los logros ya conseguidos con La cordura del idiota. A comienzos de año el autor se hacía con el premio Premio Novelpol, y en estos días, a esperas del fallo, es finalista en dos famosos festivales de novela negra como lo son Tormo Negro Masfarné y Cartagena Negra

No tengo más que añadir. Si eres amante del género y aún no lo has leído, no sé a qué estás esperando.













No hay comentarios:

Publicar un comentario