Para los amantes de la novela histórica es un gusto abrir las páginas de Senderos de Iberia y encontrarse con mapas que los desvelan la localización de la trama. En este caso, el lector hallará el mapa de la Península Ibérica con algunas de sus regiones y poblaciones del sigo IV a. C, en un segundo dibujo explorará con más detalle el Este, Edetana (Comunidad Valenciana), pues es allí donde viajaremos a través de estas 317 páginas. Para facilitar la lectura, el autor ha añadido un glosario con diversos vocablos, en su mayoría iberos mientras que otros tienen su origen griego. Para terminar de convencer al lector, Senderos de Iberia fue finalista en el VI Premio Hispania de Novela Histórica, para empezar, pinta bien, ¿verdad?
«En el interior de un recinto amurallado que desafiaba a los elementos, numerosas casas se distribuían por la ladera del cerro de la capital edetana, todas ellas de techo plano formado por una capa de barro compacto sobre un entramado de ramas, y paredes de adobe enlucidas con el tono blanquecino del yeso».
El anciano Bodo es la máxima autoridad de Edeta, lleva a sus espaldas numerosos años de un gobierno próspero y fructífero. Su salud es frágil y su mandato peligra, motivo por el cuál decide enviar un mensaje importante, el destinatario de tal misiva es un joven Íbero llamado Argibeles. Aquí comienza su aventura, un largo y peligroso camino le espera al muchacho. ¿Lo acompañáis?
«Argibeles, muchos años hace desde que coincidimos por última vez. Dado mi precario estado de salud, deseo que acudas prontamente a Edeta para entregarte unos presentes que te corresponden, dado que pertenecieron a tus difuntos padres».
Con una prosa muy cuidada y elegante, Alejandro Cortell nos sumerge en una historia de misterio y aventuras, con un marco histórico muy poco explotado en el género. El ritmo es pausado y lento, detalle que a los amantes de la novela histórica no debe importarles. Sin embargo, tengo que admitir que, a mí, en alguna ocasión me ha resultado algo pesado, pero eso no le ha quitado valor a la novela. Gracias a las descripciones tan acertadas y al gran trabajo de documentación, el lector podrá ver a la perfección la Iberia del siglo IV a.c, sus costumbres, su forma de vida, su paisaje; es muy visual, casi cinematográfico.
Los personajes, muy pocos en esta ocasión, están bien caracterizados y desarrollados; el joven Argibeles, dará muy buenos momentos durante la lectura. En mi opinión, en este libro lo importante es la narrativa y su riqueza, no tanto los sucesos de la trama. Aunque es cierto que llegando hacia el final, el ritmo es un poco más ágil y el misterio por descubrir cómo acabará la aventura para Bodo y Argibeles mantendrá al lector atento. Senderos de Iberia es un libro para leer despacio, con calma y paciencia, disfrutando. Una lectura con la que descubrir nuestros orígenes y con la que disfrutar de la literatura. ¿La recomiendo? Sí, a todos los amantes del género de aventuras y novela histórica.
El pequeño rinconcito de Bey
¡Hola! Me alegra ver que ha sido una historia de la que has disfrutado. Personalmente no es una lectura que me llame especialmente la atención, por lo que en esta ocasión prefiero dejarla pasar.
ResponderEliminar¡Nos leemos!