Si echamos la vista atrás, podemos comprobar los avances que se han logrado en la medicina, por ejemplo, desde el siglo XIX. ¿Qué por qué os hablo de esto? Pues bien, el libro que hoy os traigo tiene como enfoque este tema, pero antes de comenzar os cuento un poco.
Hasta 1816 no inventaron el estetoscopio, ese aparatito con el que nos auscultan para oír nuestros ruidos corporales, algo tan común para nosotros era impensable antes de esa fecha. Pasó lo mismo con la anestesia, las vacunas del cólera, la rabia, etcétera.
Martín Macouzet nos narra es su obra histórica, la vida de Jean Francois Macouzet, doctor pionero de la medicina preventiva y la salud pública.
Se le recordaba como un hombre sumamente gordo, que al final de su vida, se dormía mientras recetaba a sus pacientes. Un dicho común decía: «más sabe Macouzet durmiendo, que otros médicos despiertos».
Comenzamos con el viaje de un joven doctor francés al México independiente en 1826. Se traslada allí una vez acabada la carrera en busca de aventura y libertad, creyendo que en su país no lo encontrará con la llegada del rey Carlos X. Ansioso por aprender de los conocimientos médicos de las célebres civilizaciones antiguas, que después aplicará en su práctica médica.
Nuestro protagonista tendrá que lidiar con muchos obstáculos y contratiempos en su camino, cabe recordar al lector, que por aquel entonces se desconocía la existencia de microbios y la práctica de la medicina era controvertida.
Con una prosa muy cuidada y unas descripciones, breves pero precisas, el autor consigue que el lector viaje en el tiempo y se instale en el marco histórico en el que sucede la trama; además y esto es lo más importante, conocer la vida y los logros de esta gran persona. El ritmo es pausado, sin resultar lento, la abundancia de diálogos y unas pinceladas de humor, compensan muy bien la ausencia de acción o ritmo álgido. De esta forma su lectura es ágil y amena, el lector consigue permanecer atento y enganchado a la trama. Esta es muy interesante gracias al gran trabajo de documentación e investigación que ha realizado el autor.
He quedado fascinada, no cabe duda, he sentido que durante sus 398 páginas era un personaje más. He disfrutado con la parte histórica, política y social pero también con los personajes, caracterizados a la perfección, otorgándoles esa vida que yo he sentido. En mi opinión, este tipo de lecturas deberían de estar en colegios y universidades, en definitiva, a la vista de todos. Quizás así entendiéramos mejor la importancia de la medicina, sus avances y misterios.
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