martes, 26 de junio de 2018

Entrevista a J.C Ibarz




Buenas tardes, familia Wave.

Hoy vengo con una entrevista, pero no una cualquiera. Recordaréis que no hace mucho, publiqué la reseña de la novela de J. C. Ibarz, Presa, (reseña). Pero una vez terminada su lectura, siguió dando vueltas en mi cabeza, como un murmullo en plena noche.
Es ese el motivo por el que hoy os traigo esta mezcla entre entrevista y debate, agradecer al autor su disposición y su cercanía, es un placer tenerte de nuevo en este pequeño rinconcito. Agradecer también a la editorial, Wave Books por la oportunidad, la confianza y el cariño.
Ahora si, ¡empezamos!




Es cierto, que como en Presa, en este país, también hay muchos problemas que solucionar y muchos interesados en que no se logre. ¿Crees que las leyes que no se cambian, las absurdas y dolorosas sentencias actuales simplemente son obstáculos para los de arriba y de ahí a que no se revise y mejore? 


Hay una cuestión que siempre conviene traer y es valorar lo que es legítimo y lo que es legal. La sociedad debe decidir qué es lo legítimo en base a su ética y comportamiento y después hacerlo aplicable por medio de la legalidad y para ello los profesionales de lo jurídico tienen que ponerse a trabajar y llevarlo a cabo si es factible. Y sobre todo, acotar las leyes en especificaciones, porque como las dejemos a interpretaciones del juez de turno, esto se convierte en una justicia arbitraria, perdiendo calidad democrática y violando derechos humanos como pasa con la libertad de expresión o las violaciones en este país. 



Es imposible que yo, una niña de 26 años, vea tan claras las mejoras y soluciones y ellos no. ¿Crees que deberíamos hacer algo más para luchar contra esto? Esta lucha a la que me refiero es una parte de tu novela, parte que me impactó, porque es algo que nosotros no hacemos, o por lo menos, la mayoría. ¿Crees que tarde o temprano tendrá que surgir una lucha como esta para poder plantar cara a tanto abuso? o por el contrario, ¿seguiremos siendo simples marionetas para el poder? 

¡Ese es el tema! En la calle se está movilizando gente de 20 a 50 años y no es nuevo. En 2010 ya surgió el 15M, Occupy Wall Street o las Primaveras Árabes después. De todo aquello todavía queda una fuerza, donde la gente se organiza en su pueblo o en su barrio para ir a la plaza, delante del ayuntamiento o del juzgado o tomar las calles para presionar a los de arriba. La lucha está, solo hay que apoyarla, organizarse, tomar tu derecho a expresarte y decir alto y claro que quieres y que no quieres. De eso va la democracia, la de verdad, la directa. Después puedes apoyar esa democracia representativa con tus votos, pero nunca debemos abandonar las calles, porque entonces perderemos, como nos ha pasado con los recortes a derechos en sanidad, trabajo y educación y hasta de expresión después de la ley mordaza de 2015. Yo lo hago a través de los que escribo, pero también en la calle. De hecho, lo que quieren es que nos autocensuremos y tengamos miedo, por eso detienen a Pablo Hasél o a Valtonyc. Los condenan por decir cosas en sus letras que ya han dicho lo medios, pero si lo dice una persona por su cuenta y de forma crítica, eso no lo quieren. Nos quieren callados y obedientes para que sigan corrompiendo todo el sistema para conseguir más poder y dinero a costa nuestra. Hay que seguir organizándose y mostrando nuestra indignación de forma activa. 


Los personajes de Presa, las relaciones entre ellos, transmiten realidad y es algo que en la literatura no suele verse muy a menudo, ¿a qué crees que se deben estas FLORITURAS, este maquillaje? ¿Quizás una escapatoria de nuestra propia vida? 


Desde Bukowski, Salinger o Miller o desde Cela, Delibes o Ramón J. Sender, son unos cuantos ejemplos de autores realistas que me han influenciado y que te lanzan la realidad a la cara sin florituras, ni subterfugios. Para Presa quería hablar sobre nuestro tiempo, echar una ojeada más personal a nuestra generación y para ello tenía que poner sobre la mesa la situación política y social. También cómo afrontamos las situaciones de la vida, tomar decisiones, el amor, las relaciones, la felicidad, y en definitiva los objetivos vitales. Pero vaya, que a veces una trama de fantasía tiene más referencias a la realidad que algunas novela de narrativa actual. 

El problema es que no nos enseñan a ser críticos con el material, al contrario. Nos empujan a nuestras zonas de confort ideológicas, tanto en los medios clásicos, como en los digitales. Somos pasto de bulos, fake news, clickbaits y desinformación del tipo OK Diario de Inda, donde sin capacidad para ser más selectivos y cribar la información o mirar las fuentes, acabamos siendo manipulados por la irracionalidad y nuestra tendencia a la posverdad. Es lo fácil y lo que vende; pero no es ético, ni constructivo. 

Tampoco creo en los finales felices, ni siquiera en los finales porque la vida sigue y la felicidad son etapas en una historia. Las historias que yo escribo son solo fragmentos de un continuo. Recuerda que cuando tu cierras el libro los personajes siguen viviendo su vida. 

Quiero agradecer al equipo de WaveBooks la oportunidad y su buen trabajo y cooperación para sacar adelante Presa, desde que les envié aquel manuscrito que tenía la necesidad de publicar, porque era una historia muy especial para mí. También a los lectores por devorar sus páginas y hacerme sentir que voy por el buen camino, gracias a sus palabras y felicitaciones. Y sobre todo, a ti Bey por ir más allá de la lectura y la reseña y construir esta entrevista en profundidad, que me ha encantado hacer contigo. Así da gusto. ¡Sigue así! Hacen falta amantes de la letras como tú que ofrezcan algo real y con valor literario. 









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