domingo, 5 de abril de 2020

El señor de las ruinas. Adrián Walls




Buenas tardes, lectores domingueros

¿Cómo están? Esta pregunta me resulta muy forzada estos días, en cierta forma ya sé cómo se encuentran, no están siendo días fáciles para nadie. Pero a veces, necesito obligarme a llevar "una vida normal", seguir con mis rutinas, con mi lectura, ¿me acompañáis? Hoy os traigo una lectura breve pero intensa, un poemario algo diferente, me explico, no solo encontraremos poemas en estas páginas, sino también micro relatos y textos poéticos, esta mezcla de componentes crean una historia, un puzzle. Es cierto que la portada y el título pueden llegar a confundir, en mi caso, no podía imaginar que este fuera su contenido, me imaginaba una novela de fantasía más bien, ¿os pasa lo mismo?
Volvamos al inicio, ¿quién mejor que el propio autor para hablaros de su obra? ¡Os dejo la sinopsis y seguimos!

El Señor de las Ruinas no es solo un libro de poemas, es también la historia de una reconstrucción. A lo largo de nuestra vida todos pasamos por algún momento que nos desgarra el alma. Toda nuestra vida parece derrumbarse ante nuestros ojos. Caemos entonces a un pozo oscuro donde la duda, el miedo y la incertidumbre nos aprisionan. Y desde ese pozo nos parece imposible encontrar una salida.

Sin embargo algunos somos capaces de mirar las ruinas y ver en ellas una oportunidad de construir algo mejor, algo más grande, algo más bonito. Comenzamos entonces a tallar los escombros con forma de poemas y a construir con ellos una catedral que nos haga tocar el cielo. Y desde las alturas, somos capaces contemplar el paisaje y de vislumbrar en el las razones del derrumbe. Entendemos entonces nuestra historia y todo adquiere al fin sentido.

Esta es la historia de una reconstrucción, de un viaje, de un nuevo amanecer...
Hola, querido lector y lectora.
Hoy no os traigo algo para vosotros, sino para vuestros "YO" del pasado. Sí, hoy la lectura va para ellos, ahora lo entenderéis mejor.

Adrián Walls comienza su obra con una Nota de autor en la que nos cuenta que durante estas 144 páginas estaremos navegando por los mares de sus recuerdos, para ser más exactos, de sus últimos 4 años. También nos da varias opciones para interpretar su contenido, información que en mi opinión no es necesaria y puede confundir al lector a la hora de tomar sus propias conclusiones.

Partiremos desde Oviedo, en el año 2014, una atractiva imagen a página completa acompaña a cada localización. Atractivas y muy coloridas, me han gustado mucho, la verdad, pero siento que el estilo de imagen no tiene armonía con el resto.
A partir de aquí el lector realizará un viaje interior en busca de su "yo" del pasado, lo hará desde el primer poema, adjunto un pequeño extracto del poema mencionado:

«Al final cerré la puerta y dejé las llaves y la esperanza dentro.
Me despedí con mil lágrimas y un solo beso.»


El autor nos relata una ruptura amorosa, el comienzo de un duro y largo camino, lleno de sentimientos que irán cambiando con el paso del tiempo, sentimientos y recuerdos que marcarán una etapa. Cada poema, texto poemático y microrelatos irán acompañados de unas bonitas y reflexivas citas. Poco a poco iremos conociendo su historia, indirectamente también la nuestra, como la unión de las piezas de un puzzle. Aunque penséis que el tema puede resultar algo dramático y triste yo no lo he vivido así. Al igual que el autor yo también he pasado por esa "situación". Es obvio que esos días, meses e incluso años fueron dolorosos para mí, pero hoy solo es una etapa más de mi vida que me ha servido para ser quién soy, para aprender, valorar y disfrutar el presente mucho más
.
 ¿Habéis encontrado ya a vuestro "yo" del pasado? ¡Pues vamos allá!


«Ese frío, aterrador e incomprensible, nace de dentro.
Y solo por esa razón se vuelve imparable, implacable, letal.
No hay nada que puedas hacer contra él, no hay manta que lo aplaque, fuego que lo calme o abrazo que lo cure.
Y temerás que te gane la hipotermia y que el frío te transforme en el muñeco de nieve más triste al pálido sol de noviembre.
Tranquilo, no será así.
No sé si alguna vez has sentido ese frío, pero solo quiero que sepas que ese frío...
ese frío pasa.
Nada dura para siempre.»

Avanzaremos entre los recuerdos del autor, cambiando de año y de ciudad: Oviedo 2014, Madrid 2015 y París 2017. Durante estas páginas he tenido que parar en varias ocasiones, para recordar y reflexionar. Han sido muchas medias sonrisas las que se han dibujado en mi cara durante esta lectura y es que me he visto reflejada en cada palabra, hasta en los espacios. Porque no siempre es lo importante lo que se dice, a veces la verdad se encuentra en el espacio en blanco, en el silencio, en lo que uno calla. Me ha sorprendido muy gratamente la prosa de Adrián Walls, me ha atrapado desde la primera página hasta el final, donde he contemplado como si fuesen fotogramas la historia al completo, cada poema y cada texto formando una novela de no-ficción, con sus personajes, su inicio, nudo y desenlace. ¡Un dos por uno! ¡Os la recomiendo!

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