miércoles, 15 de abril de 2020

La mirada de una bruja. Antonia J. Corrales





Buenas tardes, familia lectora

Tenía muchas ganas de traeros la reseña de la segunda parte de la trilogía Historia de una bruja contemporánea, escrita por Antonia J. Corrales.
Para que os sirva de referencia os adjunto la reseña de su antecesora (aquí). Cómo os mencionaba en las anteriores reseñas estos días estoy poniéndome al día con las lecturas pendientes y eso hace que lleve mejor el confinamiento. 🙂

¿Os muestro la sinopsis y comenzamos?


Tras descubrir que su vida ha retrocedido hasta el momento previo a su separación de Alán, Diana intenta seguir adelante con la esperanza de recuperar todo lo que ha perdido en ese salto: el evangelio de las brujas, la gaveta, el pentagrama y, especialmente, la amistad de sus compañeros de viaje, que tanta ayuda le brindaron la primera vez que llegó a ese ático madrileño lleno de magia, secretos y enigmas.


En esta reseña seré breve ya que la sinopsis nos deja bastante claro los acontecimientos que se sucederán en La mirada de una bruja. Comenzaremos con un prólogo a modo recordatorio titulado «En la primera entrega de la trilogía...», este detalle puede parecer algo insignificante pero para mi es imprescindible en el caso de las trilogías y sagas y no siempre el lector cuenta con esta muletilla.


Durante 30 capítulos Diana tendrá que asimilar su viaje al pasado, entender el porqué ha sucedido y evitar no caer de nuevo en el mismo error para conseguir recuperar todo lo perdido. En esta segunda parte conoceremos un poco más a cada personaje, sus historias y el progreso de sus relaciones tanto amistosas como amorosas. Haciendo que el lector conecte con ellos, aún más si cabe, abriéndole el corazón en canal para hacerles un hueco. Seremos testigos del "nacimiento" de una nueva Diana, más fuerte y más decidida, más consciente de su nueva realidad y con un objetivo claro: encontrar la gaveta, el pentagrama y el libro para poder así protegerlos y conocer su pasado. Parece fácil, ¿verdad? Pues no, no lo es. Aunque haya retrocedido en el tiempo, tras la traición de Alan la relación está herida. ¿Lo sigue queriendo? ¿Podría olvidar y perdonar la infidelidad?

 Amor, amistad, magia y misterio, ¿se puede pedir más?



«Me habitué a contemplar el brillo de aquella estrella tan solitaria como yo y que, a veces, pensaba era la segunda a la derecha, la misma a la que se refería Peter Pan. Esa que, tras girar, me llevaría directa hasta el amanecer. Pero mi vuelo no era el mismo que emprendía Peter Pan; no seguía la misma dirección. El mío parecía dirigido por un astrolabio defectuoso que, en vez de marcar el rumbo correcto para alcanzar la estrella, me alejaba de ella y del país de nunca jamás.»

La prosa tan delicada y profunda de Antonia no deja de sorprenderme, no solo consigue evadir el lector sino que le hace volar y viajar a donde a ella le plazca. ¡Es única!

El ritmo en este caso es más pausado ya que no hay tanta acción como en la primera entrega, pero no por ello su lectura es menos emocionante. 202 páginas que se leen de un plumazo llevándonos a un final que nos deja con ganas de mucho, mucho más.

Ahora que lo pienso, estoy a un solo paso de terminar la historia, a punto de leer El destino de una bruja, a un paso de descubrir su desenlace y despedir a estos personajes que tanto me están removiendo y aportando, ¡me da pena! 

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1 comentario:

  1. Tengo algún título pendiente de este autora y la verdad es que este no lo conocía. Gracias por dármelo a conocer.
    Besos.

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