lunes, 26 de octubre de 2020

Me desperté con dos inviernos a los lados. Elsa Veiga




Buenos días, familia literaria:

Hoy, os traigo mi última lectura, Me desperté con dos inviernos a los lados, escrito por Elsa Veiga y publicado por la editorial Tres Hermanas. ¿Comenzamos?


(Momento actual) 

Cara recuerda su infancia entre las tumbas de un cementerio: 

Se evoca siendo tan solo una niña que juega con su hermano, Nato. Ambos rien y disfrutan junto a su madre, despreocupados y libres. En un determinado momento, una sombra comienza a rodear la casa, a acecharla. Un ruido les asusta, les atormenta. La cerradura les hace saber que el padre llega a casa.

Cara y Nato saben lo que tienen que hacer, terminar su juego y comenzar otro que repiten cada noche en esa circunstancia, “jugar a no ser nadie”. Es un juego muy fácil, deben esconderse en la habitación y no hacer ruido, como si no estuviesen allí. Y esperar, esperar a que los ronquidos de su progenitor les avise del fin de la tormenta, por lo menos por ese día. 

Mientras, su madre tendrá que lidiar con ese hombre que dice ser su marido. ¿En qué estado vendría?  ¿Se dormiría enseguida o tendría que soportar una noche de terror? 

1938 

La soledad embarga a Alicia. La guerra civil atormenta a los que esperan noticias del frente, la situación económica y social es insufrible, pero ella además tiene que sumar el daño que sufre en su hogar a manos de su marido. 

Un llamador de ángeles intenta proteger a 3 generaciones de mujeres de la violencia y el acoso a las que están siendo sometidas. 

Una atmósfera de terror envuelve estas 201 páginas. Elsa Veiga, su autora, consigue poner al lector en una situación comprometida, siendo espectador del horror que sufren cada día miles de mujeres, la mayoría de ellas en silencio. 

Me desperté con dos inviernos a los lados es una historia que no deja indiferente a nadie, es desgarradora, estremecedora. En estas páginas no encontraremos esperanza, ni alivio, solo dolor, ansiedad y rabia. La autora representa en estas páginas la opresión estructural, la desigualdad y la discriminación a la que ha sido subyugada la mujer durante toda la historia. La trama se centra en la violencia doméstica y en sus víctimas, madre e hijos. Ocasionando en estos últimos, un gran daño en su desarrollo social, emocional y cognitivo, Elsa lo refleja a la perfección en los personajes de Cara y Nato.

El lector avanzará página a página con el corazón en un puño. La trama inicial puede pecar de enmarañada, ya que los continuos saltos del presente al pasado se producen sin ningún tipo de mención previa. Este detalle no dificulta la compresión sobre la lectura. En las cuatro partes en las que se divide la obra, la autora irá narrando las vidas de estas tres generaciones de mujeres, llegando a un final que sorprende mucho. Duele, escuece y destroza. 

Conocer la prosa de Elsa ha sido todo un descubrimiento, algo doloroso pero necesario.

 


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